EL DÍA DEL ABOGADO…2025
El
Día del Abogado se celebra en México cada 12 de julio, en conmemoración de un
hecho histórico que marcó el inicio formal de la enseñanza jurídica en América
Latina, y esta fue precisamente el 12 de julio de 1553, en la Real y Pontificia Universidad de México (antecesora de la UNAM) donde se impartió
la primera cátedra de Derecho en el continente por parte de Fray Bartolomé
Frías y Albornoz, quien dictó la lección conocida como la Prima de Leyes,
centrada en el estudio del Corpus Juris Civilis y los principios del
Derecho Romano.
Esta
fecha fue instituida oficialmente en 1960 por el entonces presidente AdolfoLópez Mateos, a propuesta del periódico Diario de México, con el objetivo
de reconocer la labor de quienes ejercen, enseñan o estudian el Derecho.
Desde
entonces, cada 12 de julio se celebra con actos conmemorativos, reconocimientos
y eventos académicos que destacan la importancia de la abogacía en la vida
pública y privada del país.
En
Quintana Roo, este año celebramos a través de una cena organizada por la Barra de Abogados de Quintana Roo Colegio Profesional, en la que tuvimos la
oportunidad de dar un mensaje a las personas litigantes, docentes, titulares de
notarías, personas juzgadoras, legisladoras y servidoras publicas presentes,
respecto de lo que ha sido este último año para los abogados de México.
Éste
fue un año muy complicado en el que, quienes hemos ejercido el derecho de una u
otra manera, sabemos que a partir de septiembre ya no será igual, y no es mera
retórica, sino que lo sustentamos en las diversas declaraciones y propuestas de
quienes en una posición de poder hacen valer la política sobre el derecho.
Un
ejemplo de ello fueron las propuestas de la ministra Lenia Batres, quien ha
manifestado que pretende crear la figura de la “COSAJUZGADA FRAUDULENTA” para que los juicios que han causado ejecutoria o con
sentencia firme, simplemente pierdan dicha certeza de juicios efectivamente
concluidos abriendo la posibilidad de que puedan nuevamente invocarse acciones sobre
tales sentencias cuando se pueda acreditar que ha existido corrupción en el
proceso, sin que se expresen con claridad las pruebas que serán válidas para
ello, dentro de la subjetividad política que la caracteriza.
Debemos
recordar que previamente propuso que los justiciables se pudieran defenderse
solos en juicio con formularios para todas las etapas procesales, como si se
tratara de un ejercicio sencillo y en el cual no fuese necesario conocer las
bases, fuentes e instituciones jurídicas de las muy diversas materias del
derecho, independientemente del proceso. Este subjetivismo político llevado de
la fantasía al ejercicio del derecho, sin duda es semejante al de la eliminación
de la firmeza de las sentencias, dado que, harán por una parte imposible el
ejercicio de la argumentación jurídica real a través de formularios, y por
otra, los juicios de por sí ya muy largos, serán eternos con su propuesta de la
“COSA JUZGADA FRAUDULENTA”.
Así
pues, las personas que nos consideramos estudiosos del derecho; que hemos
ejercido el derecho a través del litigio, de la construcción de legislación, de
la creación de tesis doctrinales, de la cátedra, de la edificación de
sentencias, y en general, se su práctica en el sector público o la iniciativa
privada, no podemos evitar tener un sabor amargo en el día del abogado de este
año 2025 en el que las reformas siguen, como siguen las cosas que no tienen
mucho sentido.
(Licenciado en Derecho con
mención honorífica. Maestro en Derecho empresarial. Maestro en Derecho de la
Propiedad Industrial e Intelectual y Derecho de la Competencia. Doctor en
Derecho con mención honorífica)
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