Por: HUGO ALDAY
Hace algunos meses a través de una publicación en el Blog de Alhen Abogados® manifesté que los Partidos Políticos nacionales, debido a que tienen una función específica ante la Constitución General de la República y las leyes electorales federales, no requieren el registro de sus nombres y emblemas a través de marcas comerciales, ya que existe un registro específico para ello.
Más aún cuando en estricto sentido los Partidos Políticos no venden nada, y en particular publicidad o encuestas políticas, ya que la mayoría de ellos solicita marcas para amparar tales servicios y no son realizados propiamente por ellos, sino al contrario; los Partidos Políticos contratan previo aviso a la autoridad electoral a diversas casas autorizadas para realizar la publicidad o las encuestas de tales institutos políticos.
En este orden de ideas, a menos que un Partido político tenga dentro de su función principal la de comercializar cursos de capacitación o prestar servicios de publicidad como una actividad comercial, solo en ese caso podría ostentar una marca en la clase para las cuales son registradas por estos entes. De otra manera se trata de marcas anulables por la falta de uso acreditable.
Lo mismo pasa con el gobierno en muchos casos, ya que campañas publicitarias exitosas se pierden por falta de registros y se convierten en elementos de uso común por la falta de observancia. Asimismo, marcas turísticas por ejemplo, han tenido que sortear batallas legales para poder explotarse de forma exclusiva por las secretarías de turismo y fideicomisos federales o locales.
Pero existen algunas dependencias como el Instituto Mexicano del Seguro Social (en adelante IMSS), en donde existe una buena gestión de propiedad intelectual, y en donde se han preocupado por generar una cartera de bienes intangibles fuerte, incluso para otorgar garantías crediticias.
En este sentido, el IMSS, ha registrado marcas como “Chécate, Mídete, Muévete” y “SER IMSS” y el propio Instituto de la Propiedad Industrial (en adelante IMPI) ha manifestado que estas son unas de las marcas más reconocidas del gobierno federal.
Recordamos innumerables campañas públicas federales como “CUIDADO CON EL AGUA PORQUE SE ACABA”, que se perdió al cambio de administración y con ello una exitosa promoción y grandes cantidades de recursos públicos invertidos en ella.
Por su parte, en estados como Quintana Roo, campañas turísticas como “SOY QUINTANA ROO” en la que participaran actores de la talla de Demian Bichir, se han perdido por la falta de buenas gestiones en propiedad intelectual, dado que se suscriben contratos con televisoras cediendo derechos marcarios y autorales, con lo cual el Estado queda impedido para su posterior explotación y con ello, se pierden imágenes y contenidos aprovechables para promover turísticamente a la entidad, y por ende, recursos públicos estatales allí invertidos.
No cabe la menor duda de que una buena gestión de derechos de propiedad intelectual en marcas, derechos de autor, denominaciones de origen, contratos con investigadores y desarrolladores de tecnología, así como normas y reglamentos específicos para los organismos públicos de investigación a efecto de preservar derechos intelectuales para el Estado, son temas de vital importancia en este siglo XXI que nos toca vivir.
Artículo publicado en www.cancunissimo.com
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