#UBER MÁS QUE UNA MARCA
Por Hugo Alday Nieto
Entre los años 2011 y 2013, la empresa UBER TECHNOLOGIES, INC presentó diversas solicitudes de marca internacional amparadas bajo el Arreglo de Madrid y Protocolo Concerniente al Arreglo de Madrid para reivindicar la protección de la marca norteamericana en todos los países miembros de ambos tratados internacionales de la organización Mundial de la Propiedad Intelectual, señalando como país receptor a México el 14 de abril de 2013 en las clases 9, 38, 39 y 42 obteniendo sus registros en el año 2014.
Con ello, la empresa comenzó a explotar de forma comercial mediante la marca registrada UBER® una obra y una patente que contienen una programa de cómputo que deriva en un modelo de negocio novedoso y de gran valor intelectual, y con una interesante posibilidad de acceso al autoempleo.
Es así que mediante la opinión PON-008-2015 emitida por el PLENO DE LA COMISIÓN FEDERAL DE COMPETENCIA ECONÓMICA (COFECE) de fecha 4 de junio de 2015, se determinó que:
“En consecuencia, esta COMISIÓN recomienda que se reconozca, a través de la vía que corresponda, una nueva categoría o modalidad para la prestación de este servicio innovador que tiene un impacto relevante en la dinámica social”
Asimismo, dicha Comisión determinó que las autoridades no deben restringir el acceso de este servicio creando requisitos como placas especiales, esto es, permisos gubernamentales o a través de la regulación de esquemas tarifarios, ya que los nuevos sistemas operan mediante oferta y demanda; ya que de otra manera se contraviene a la libre competencia.
Sin embargo, el pasado 7 de diciembre el diputado Emiliano Vladimir Ramos Hernández, presentó un terrible proyecto de Decreto que adiciona el artículo 204-TER del Código Penal para el Estado de Quintana Roo, penalizando de 2 a 5 años de prisión y multa 30 a 150 días, al que preste el servicio de transporte sin concesión.
En este sentido, resulta aberrante y catastrófica la posición Bolivariana del diputado Ramos, quien desconociendo que Quintana Roo es una de las entidades más modernas pretende transformarla en Macondo, al crear delitos por el mero aprovechamiento de marcas, derechos de autor y patentes para la explotación de modelos de negocio innovadores, reconocidos así por la propia COFECE. Sin duda, “le hace falta ver más Bax”, dirían mis alumnos. Para mayor información consulte www.alhen.mx o búscanos en redes sociales como Alhen_Abogados.
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